1. Decidir la tarea o actividad a realizar.

2. Poner el temporizador.

3. Trabajar en la tarea de manera intensiva hasta que el temporizador suene.

4. Hacer una marca para anotar qué pomodoro se ha completado.

5. Tomar una pausa breve.

6. Cada cuatro pomodoros, tomar una pausa más larga.

En el planeamiento, las tareas pueden venir de una lista "para hacer hoy". También se puede intentar estimar el esfuerzo que cada tarea podría requerir.

Durante el pomodoro, el foco es otorgado a una sola actividad o tarea.

Un objetivo esencial de la técnica es eliminar las interrupciones, tanto debido a uno mismo (internas), como a alguien más (externas). Esto se hace anotándolas rápidamente para atenderlas luego. Un pomodoro no se puede pausar ni dividir; si no es posible postergar la interrupción, el pomodoro se cancela para reiniciarlo luego.

Las pausas son dedicadas a relajar el foco, evitando cualquier actividad. Ayudan a hacer sostenible el trabajo.

Registrar un pomodoro completado es tanto para tener un sentimiento de logro como para tener una base de datos, sobre la que más tarde se hace una reflexión para mejorar.

La duración del pomodoro tradicional es de 25 minutos, el de las pausas cortas de 5 minutos y el de las largas de 20 minutos. Sin embargo, se pueden ajustar a los que funcionen mejor para cada persona.